Baní, provincia Peravia. — Con el rostro marcado por la preocupación y el cansancio de años de lucha, la señora Ingrid Díaz hizo un llamado urgente a las autoridades y a la población solidaria para que le ayuden a internar a su hija, Altagracia Daniela Encarnación Díaz, de 22 años, quien enfrenta serios problemas de salud mental a causa del consumo prolongado de drogas desde temprana edad.
“Mi hija tiene problemas mentales ya. Las drogas le han afectado las hormonas, su comportamiento, su vida. Vive en la calle, duerme en cualquier parte, a veces donde conocidos, otras veces simplemente deambula. Como madre, yo no duermo, no tengo paz”, expresó con profundo dolor Ingrid, quien vive en condiciones económicas limitadas y asegura no tener los recursos necesarios para ingresar a su hija en un centro de rehabilitación.
Según cuenta, Daniela comenzó a consumir sustancias cuando apenas tenía 7 años, y aunque Ingrid ha intentado educarla y encaminarla, el entorno y la falta de atención profesional agravaron su situación.
“Una vez me dijeron que me la iban a internar en un hogar, pero me pidieron un saco de cinco mil pesos y no pude conseguirlo. Desde entonces, todo quedó ahí. Me la dejaron”, recuerda con impotencia.
Actualmente, Altagracia Daniela vive en situación de calle. Su madre teme por su seguridad y su vida, y pide que las autoridades competentes —el Consejo Nacional de Drogas, CONANI, Salud Pública, iglesias u organizaciones benéficas— le brinden el apoyo necesario para llevarla a un centro de rehabilitación en la capital.
“Yo creo que mi hija puede cambiar. Solo necesita ayuda. Y yo no tengo con qué. Pero pido, por favor, que alguien me ayude a salvarla”, imploró.
Ingrid Díaz reside en Baní y espera que este llamado toque corazones y sensibilice a quienes tienen la posibilidad de ayudar. Para quienes deseen colaborar, pueden comunicarse directamente con ella o canalizar el apoyo a través de las instituciones competentes.