La madrugada de este lunes, un avión proveniente de Honduras con 199 deportados desde Estados Unidos aterrizó en Venezuela, marcando el restablecimiento de los vuelos de repatriación suspendidos durante un mes debido a la crisis migratoria desatada por el gobierno de Donald Trump.
El ministro de Interior, Diosdado Cabello, fue el encargado de recibir a los deportados en el aeropuerto internacional de Maiquetía, en Caracas. «Hoy estamos recibiendo 199 compatriotas», expresó Cabello al confirmar la llegada del vuelo de la aerolínea estatal Conviasa a las 01H01 hora local (05H01 GMT). Durante su llegada, uno de los deportados exclamó «¡Gracias! Dios bendiga a Venezuela» mientras bajaba del avión, mientras que imágenes mostraron a los migrantes, todos hombres, esposados dentro del avión en Honduras.
Este vuelo se suma al cuarto con venezolanos deportados desde Estados Unidos. Cabello recordó que los primeros dos vuelos se realizaron el 10 de febrero desde El Paso, Texas, y el último envío de deportados llegó desde la cárcel de Guantánamo, Cuba, pasando por Honduras. A pesar de la reanudación de los vuelos, Cabello señaló que la regularidad de estos viajes no depende de Venezuela, asegurando que están listos para recibir a sus compatriotas cuando sea posible.
La llegada de este grupo se da una semana después de la deportación de 238 venezolanos al Centro de Confinamiento del Terrorismo en El Salvador, un evento que el presidente Nicolás Maduro calificó de «secuestro». A raíz de esta situación, Estados Unidos revocó la licencia de Chevron para operar en Venezuela como represalia.
Tanto Venezuela como Estados Unidos se han acusado mutuamente de obstruir el acuerdo de deportaciones, alcanzado tras la visita en enero de Richard Grenell, enviado especial de Trump a Caracas. Mientras Washington critica la regularidad de las deportaciones, Caracas denuncia que el Departamento de Estado estadounidense bloquea los vuelos de repatriación.
Este conflicto ocurre en un contexto de tensas relaciones diplomáticas entre Venezuela y Estados Unidos, que se rompieron en 2019, cuando el gobierno de Trump no reconoció la reelección de Nicolás Maduro y le impuso un embargo petrolero. Además, Estados Unidos continúa acusando al régimen de Maduro de violaciones de derechos humanos y corrupción, mientras Venezuela denuncia las sanciones estadounidenses como un factor que ha agravado la crisis económica.
Recientemente, Estados Unidos también anunció que revocará el estatus legal de aproximadamente 532,000 migrantes, entre ellos venezolanos, lo que afectará a alrededor de 155,000 de ellos.
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