A casi dos meses del colapso del techo en la discoteca Jet Set, que dejó más de 230 fallecidos, la tragedia sigue afectando profundamente al sector nocturno de Santo Domingo. Así lo aseguró Junior González, presidente de la Asociación de Bares y Discotecas de Santo Domingo Oeste, quien advirtió que la asistencia del público ha disminuido drásticamente.
“La economía y el flujo hacia los centros nocturnos, especialmente discotecas, se han reducido bastante. A la gente le ha cogido miedo ir a discotecas. Prefieren terrazas o bares abiertos”, afirmó González. La tragedia no solo impactó al público, sino también a artistas y organizadores de eventos, quienes ahora solicitan inspecciones estructurales previas a cualquier presentación.
Según González, artistas como Fernando Villalona y Sergio Vargas exigen revisiones detalladas del techo antes de subir a un escenario. “Lo primero que hacen es mandar a revisar la estructura”, explicó.
El propio González, junto a su hermano, administra una discoteca en el Distrito Nacional que antes se llenaba cada fin de semana. “Estuvimos cerrados todo abril por el duelo. Luego llegó Semana Santa y todavía no hemos podido recuperar la asistencia”, comentó.
Zona Colonial también resiente el golpe
Una situación similar se vive en la Zona Colonial, donde comerciantes aseguran que la afluencia de visitantes ha caído en un 50%. En respuesta, muchos locales han optado por realizar inspecciones preventivas en coordinación con las autoridades locales.
“Nos reunimos con el alcalde Dios Astacio, ingenieros y el general de los bomberos. Se están haciendo inspecciones. Gracias a Dios, la mayoría de discotecas tienen su techo reforzado”, señaló González.
Piden ampliar el horario como alivio económico
Como medida de recuperación, propietarios de bares y discotecas han solicitado al Ministerio de Interior y Policía la ampliación del horario de operación, con la esperanza de mitigar las pérdidas económicas acumuladas desde abril.
La tragedia del Jet Set no solo dejó una estela de dolor, sino que ha cambiado, al menos por ahora, la forma en que los dominicanos disfrutan la vida nocturna.