Presidente Luis Abinader recibe credenciales de embajador de Haití

Santo Domingo — En un contexto de alta tensión migratoria y profunda inestabilidad política en Haití, el gobierno de ese país ha designado oficialmente a Emmanuel Fritz Longchamp como su nuevo embajador ante la República Dominicana, reactivando así una relación diplomática que llevaba más de tres años en pausa.

El nombramiento ocurre tras años marcados por señalamientos cruzados, denuncias de xenofobia y una creciente presión internacional para que ambos países gestionen de forma más humana y coordinada sus políticas migratorias.

Durante su presentación de credenciales, Longchamp fue recibido por el presidente Luis Abinader, quien según relató el diplomático reiteró su disposición a mantener una relación basada en el respeto mutuo y colaborar con Haití en la medida de lo posible para apoyar su recuperación institucional.

Uno de los temas inmediatos abordados fue el de las deportaciones de ciudadanos haitianos, un punto delicado en la agenda bilateral. Longchamp reconoció que Haití no puede interferir en la política migratoria dominicana, pero solicitó que se respeten los acuerdos internacionales y se garantice el trato digno a los migrantes, especialmente a los más vulnerables.

En ese sentido, el embajador entregó una carta al presidente Abinader solicitando un corredor humanitario para 52 estudiantes haitianos que necesitan transitar por territorio dominicano rumbo a Colombia. Según informó, el mandatario dominicano accedió positivamente a la petición, lo que calificó como una señal alentadora.

Reacciones mixtas en el Congreso

La designación del nuevo embajador fue recibida con cautela en el Congreso dominicano. Algunos legisladores, especialmente del partido Fuerza del Pueblo, manifestaron escepticismo, recordando que anteriores representantes diplomáticos haitianos llegaron al país con posturas poco conciliadoras.

Sin embargo, otras voces consideran que este relevo representa una oportunidad para reiniciar el diálogo con una visión más pragmática y menos confrontativa. Entre ellas, la senadora Mercedes Ortiz, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, quien calificó la llegada del nuevo embajador como “un paso necesario para descomprimir tensiones y retomar los canales diplomáticos”.

El desafío del diálogo

La reapertura formal de las relaciones diplomáticas no garantiza una solución inmediata a los problemas estructurales que afectan a ambas naciones. Sin embargo, el restablecimiento de un canal de comunicación oficial es visto como un gesto diplomático clave en medio de una situación regional compleja.

Ahora queda por ver si esta nueva etapa estará marcada por acciones concretas o si, como en ocasiones anteriores, el diálogo quedará en simples formalidades sin impacto real. Las expectativas están sobre la mesa y los desafíos migratorios, económicos y humanitarios siguen siendo urgentes.