Isidra Peralta, madre de Alfred Joel Fernández, el taxista asesinado en Moca, expresó ayer domingo su profundo dolor y desesperación al denunciar que, a más de dos meses del crimen, el cuerpo de su hijo aún no ha sido entregado por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif). Entre sollozos, la señora Peralta compartió su angustia:
«Sí, buenas, quiero informarle a la ciudad que todavía no ha llegado el cuerpo de mi hijo. Estoy esperando la respuesta del Inacif, que tiene que llamar al fiscal para informar. Ya hoy hacen 2 meses y 3 días que mi hijo salió de mi casa, y ustedes no se imaginan el dolor tan grande que yo he sufrido», lamentó.
Peralta también hizo un llamado a las autoridades para que den con el paradero de Clara Inés Sánchez, a quien señala como responsable del crimen. «Esa gente me llevaron el corazón, esa Clara Inés, yo necesito que la encuentren. Yo necesito que ella me explique quién fue que la mandó a hacer ese daño», exclamó.
Búsqueda de los responsables
La madre denunció que los presuntos responsables del asesinato, a quienes identificó como los principales implicados, siguen en libertad y se pasean por la ciudad de Moca sin ser capturados. En su desesperación, pidió la intervención de la procuradora general de la República, Yeni Berenice Reynoso, para que se esclarezca el caso.
Recordó la calidad humana de su hijo, quien, según sus palabras, era un joven trabajador y sin problemas con nadie. «Mi hijo era un muchacho sano, criado por mí. Yo necesito que los agarren porque no voy a poder vivir en paz», concluyó.
El caso de Alfred Joel Fernández
El taxista, Alfred Joel Fernández, de 33 años, desapareció el 22 de enero tras salir a realizar un servicio de taxi solicitado por Clara Inés Sánchez, quien es actualmente la principal sospechosa y se encuentra prófuga. Su cuerpo fue encontrado el 3 de marzo en estado de descomposición en la comunidad Los Rosarios Arriba de Moca.
Las autoridades también buscan a otros implicados en el crimen, identificados como Juan Manuel Lantigua Veras, alias «Salcochao», y Julio José Vargas Díaz, alias «Ñacoña» o «Bulin», considerados peligrosos y fuertemente armados. Además, Óscar José Ureña, alias «Boca», fue detenido y acusado de participar en el crimen al entregar el arma homicida a los autores materiales. Un juez de la Oficina de Atención Permanente del distrito judicial de Espaillat le impuso un año de prisión preventiva como medida de coerción.
Captura de los prófugos
Las autoridades continúan trabajando en la captura de los demás implicados en el caso, con la esperanza de esclarecer completamente este lamentable hecho.