Baní, R.D. – Entre el caos dejado por el accidente ocurrido la noche del lunes en la carretera Baní-Azua, emergió la voz temblorosa pero firme de Sugeiri, una joven comerciante que resultó herida en el trágico suceso.
Con la mirada aún perdida, Sugeiri relató que, tras el impacto entre un autobús de transporte público y una camioneta, despertó tendida en el pavimento, sin comprender de inmediato lo que había ocurrido. Luego de recibir atención médica en el Hospital Nuestra Señora de Regla, en Baní, se disponía a regresar a su hogar en Batey Ocho, provincia Independencia.
Su madre, Milagro de la Cruz, explicó que fue notificada del accidente por una llamada telefónica, y rápidamente se trasladó al hospital para reencontrarse con su hija. Por su parte, Francisco de la Cruz, tío de Sugeiri, expresó su agradecimiento a Dios al verla con vida, pese a las secuelas y lesiones leves que presenta.
El accidente tuvo lugar en las proximidades del cruce de Ocoa, cuando el autobús y la camioneta colisionaron de frente. El saldo fue de dos personas fallecidas: una mujer oriunda de Tamayo y el conductor de la camioneta, residente en el barrio 30 de Mayo del municipio de Baní. Varias personas más resultaron heridas, incluyendo el cobrador del autobús, quien permanece ingresado en el hospital.
El autobús implicado en el hecho se encuentra actualmente bajo custodia en la sede regional de la DIGESETT en Baní, como parte del proceso investigativo.