Lo que alguna vez fue un pulmón verde y refugio natural para los capitaleños, hoy se encuentra en un estado deplorable. El Parque Mirador Sur, oficialmente un área protegida, ha sido invadido por basura, chatarras, y asentamientos de indigentes, sin que las autoridades locales tomen acciones concretas para su recuperación.
En el corazón del desorden, irónicamente, se ubica la sede de la Dirección de Defensoría y Uso de Espacios Públicos (DUEP), dependencia del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN). Su función debería ser la de proteger los espacios públicos; sin embargo, la institución opera en medio de un cúmulo de desechos que incluye desde carritos de supermercado y hojas de zinc, hasta vallas digitales y letreros urbanos rotos.
El “vertedero municipal” frente a los ojos de todos
Según denuncias de residentes de Los Jardines del Sur, el espacio que antes albergaba el Club de los Jardines un lugar de encuentro comunitario ha sido convertido por el propio ayuntamiento y la policía municipal en un depósito improvisado de objetos incautados y basura urbana.
“Ellos mismos traen los camiones y dejan ahí todo lo que le quitan a la gente en la calle”, expresó un residente cuyo apartamento tiene vista directa al sitio.
Los objetos acumulados, además de contaminar visualmente, representan un riesgo sanitario para los vecinos, especialmente para los niños que entrenan béisbol en el play cercano. Según uno de los entrenadores, la acumulación propicia la proliferación de mosquitos y enfermedades.
Indigencia, inseguridad y abandono
El deterioro del parque no se limita a la basura. Visitantes frecuentes denuncian oscuridad, asaltos, cuevas ocupadas por indigentes, y una falta de mantenimiento sostenido.
“Muchos de los que viven en esas cuevas son personas sin hogar, muchos con problemas de adicción. Ahí están expuestos a todo tipo de peligros”, comentó un caminante, quien también pidió la intervención del gobierno para ofrecer soluciones dignas a estas personas.
Además, los deportistas que utilizan la escalinata del tramo uno del parque han solicitado la instalación urgente de alumbrado público, para reducir los riesgos de inseguridad en las primeras y últimas horas del día.
Un llamado a las autoridades
Los comunitarios llevan años pidiendo la restauración del antiguo Club de los Jardines, propuesta que incluso fue planteada a la alcaldesa Carolina Mejía, sin obtener respuesta definitiva. También insisten en que el espacio permanezca bajo control de su comunidad, como símbolo de identidad barrial.
“El parque Mirador Sur no puede convertirse en un basurero institucionalizado. Es un espacio verde que todos compartimos y que merece respeto y cuidado”, expresó una de las visitantes.
Mientras tanto, lo que debería ser un oasis urbano continúa transformándose en una zona de exclusión ambiental y social, en una ciudad que cada vez pierde más sus espacios públicos esenciales.