Los cuerpos de Adrián de los Santos y Juan Daniel Castillo fueron sepultados ayer lunes en San Cristóbal, tras haber sido encontrados sin vida en un terreno baldío de la comunidad de Nuevo. Ambas víctimas presentaban signos de tortura, múltiples impactos de bala y estaban atadas y amordazadas, según el informe policial.
En el mismo lugar, los agentes hallaron con vida a Manuel Valdés Cabral, de 34 años, quien fue trasladado de emergencia al Hospital Juan Pablo Pina. Allí fue sometido a una cirugía debido a las heridas de bala que sufrió y actualmente se encuentra estable bajo observación médica.
De acuerdo con los primeros reportes, Valdés Cabral habría sido engañado por conocidos que lo invitaron a una villa. Allí, fue secuestrado, esposado con grilletes y llevado posteriormente al sitio donde ocurrió el ataque. Según su testimonio, los agresores ejecutaron a los otros dos hombres en el lugar.
Las autoridades manejan la posibilidad de que este crimen esté relacionado con disputas dentro de redes delictivas. “Hasta el momento, trabajamos con la hipótesis de que este hecho está vinculado a conflictos del bajo mundo”, afirmó un vocero de la Policía Nacional.
El tiroteo se reportó en la madrugada del domingo y, al llegar al sitio, las fuerzas de seguridad encontraron a las tres víctimas en condiciones similares. Mientras los familiares de los fallecidos han preferido no emitir declaraciones, la Policía continúa con las investigaciones para dar con los responsables de este suceso que ha impactado a la comunidad.