En una audiencia celebrada este domingo en el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, fue iniciado pero rápidamente aplazado el conocimiento de la medida de coerción contra Antonio y Maribel Espaillat, propietarios de la discoteca Jet Set, acusados por el colapso del techo del local el pasado 8 de abril, tragedia que dejó 235 muertos, más de 180 heridos y decenas de familias marcadas para siempre.
Desde el inicio, el juicio captó la atención por el ambiente cargado y el fuerte dispositivo de seguridad. Maribel Espaillat, visiblemente afectada, fue la primera en ingresar a la sala. Vestida con lo que parecía una pijama de rayas azul y blanco, caminaba cabizbaja, con los ojos cerrados, sostenida por agentes de la Unidad de Traslado de Alto Riesgo (UTAR). Poco después, su hermano Antonio fue conducido a la audiencia, esposado, con chaleco antibalas y casco, mostrando una expresión serena y sin emitir declaraciones.
Sin embargo, la audiencia duró menos de una hora. El juez Rigoberto Sena decidió aplazarla para el miércoles a las 11:00 de la mañana, luego de que la defensa de los imputados alegara que no había sido debidamente notificada ni había tenido acceso a todas las querellas interpuestas.
El tribunal otorgó un plazo hasta este lunes para que las demás víctimas formalicen sus denuncias, a fin de que la defensa pueda estudiar los expedientes antes de continuar. Mientras tanto, el Ministerio Público, representado por el procurador adjunto Wilson Camacho, insistió en la gravedad del caso.
“Lo ocurrido en Jet Set es consecuencia directa de la negligencia y el desprecio a la vida humana por parte de los hermanos Espaillat”, afirmó con contundencia.
Camacho aseguró que el expediente está sustentado en más de 130 medios de prueba, incluyendo documentos, testimonios y peritajes. Señaló además que hay evidencias claras de intimidación a testigos, lo cual refuerza la solicitud de prisión preventiva para Antonio Espaillat y arresto domiciliario para Maribel.
“Dos personas prefirieron poner sobre la vida y seguridad de sus clientes, sus intereses personales”, expresó el magistrado al salir del tribunal.
Testimonios que Marcan
Entre las víctimas presentes en el Palacio de Justicia estuvo Aracelis Santana, quien llegó en silla de ruedas. Visiblemente conmovida, relató cómo vive desde la tragedia:
“No puedo dormir en paz. A veces me despierto gritando, con imágenes del derrumbe, los gritos, la oscuridad… Es como revivirlo cada día”.
También habló Crismarlin Encarnación, quien sufrió fracturas en la columna, piernas y brazo. Camacho sobre Jet Set: “Tuvieron un comportamiento que es muestra de desprecio a la vida humana”“No es fácil vivir con este trauma. Solo pido justicia, porque esto no se puede quedar así”, declaró con voz firme.
Querellas por Homicidio Voluntario
Ayer también se presentaron 30 nuevas querellas contra los hermanos Espaillat. El abogado Félix Portes, representante de varias víctimas, advirtió que su calificación jurídica difiere de la del Ministerio Público. Mientras este habla de homicidio involuntario, Portes y sus clientes insisten en que se trata de un homicidio voluntario con dolo eventual.
“Sabían del peligro, conocían los riesgos y aun así siguieron organizando fiestas. Eso es asumir el resultado de sus actos. Eso es dolo”, sostuvo el abogado.
En tanto, el juez autorizó que a Antonio Espaillat se le habilite un espacio en el recinto penitenciario para reunirse con sus abogados y preparar su defensa.
La expectativa crece de cara al próximo miércoles, cuando se retome la audiencia. Mientras tanto, el número de querellas sigue en aumento y la sociedad dominicana mantiene su mirada fija en un proceso judicial que promete ser uno de los más significativos en años recientes.