Zulinka Pérez, hija del fallecido merenguero Rubby Pérez, ofreció un testimonio profundamente emotivo sobre los últimos momentos que compartió con su padre durante la presentación en la discoteca Jet Set, minutos antes de que el techo se desplomara, tragedia que ha dejado más de 220 muertos y al país entero de luto.
“Todo pasó en un abrir y cerrar de ojos. No me dio tiempo a sostener a mi papá… todo le cayó encima y ya no lo vi más”, expresó entre lágrimas Zulinka, quien también formaba parte de la orquesta y estaba cantando junto a él en el escenario cuando ocurrió el desastre.
Un concierto adelantado por viaje y retiro
Rubby no tenía previsto presentarse esa noche. Su hija reveló que el show estaba originalmente programado para el 14 de abril, pero fue adelantado para permitirle realizar un viaje. Incluso, el artista ya hablaba de retiro. “Me decía: ‘Ya estoy cansado… hagan un grupo, formen Los Hijos de Rubby Pérez’”, compartió Zulinka.
El instante de la tragedia
Durante el show, los asistentes pidieron la canción “Color de Rosa”. Aunque Zulinka estaba recién operada y no podía cantar a plenitud, accedió a interpretarla en dúo con su padre. “Él me dijo: ‘No te pongas en mi micrófono, quédate en el tuyo’. Me cuidó hasta el último momento… siempre cantábamos desde el mismo micrófono”, relató.
Fue justo al iniciar la segunda parte de la canción, cuando Rubby comenzó a cantar con los ojos cerrados, que todo se vino abajo. “Papi no vio nada. Cuando abrió los ojos, ya todo le había caído encima… Vi con mis propios ojos cuando la viga lo aplastó. Esa imagen no se me borra de la cabeza”, confesó su hija, destrozada.
Un esposo herido, una amiga fallecida
Además de perder a su padre, Zulinka vivió otro momento angustiante: su esposo también fue aplastado por una viga. Aunque intentó pedirle ayuda para salvar a Rubby, él no podía levantarse. “Me dijo: ‘Sal, antes de que todo se desplome. El niño se va a quedar solo’”.
Durante su salida desesperada, escuchó gritos de los músicos. Uno de ellos, el saxofonista “Chican”, murió en el acto. El bajista sobrevivió, pero permanece en estado grave.
También perdió a una de sus mejores amigas. “Mi esposo dice que ella amó tanto a mi papá, que lo siguió hasta el cielo”, expresó con dolor.
“Él era todo para mí”
Zulinka describió a Rubby como su padre, amigo, psicólogo, banco, confidente y fuerza. “Yo iba a cuidar su vejez. Me decía que quería pasar sus últimos años a mi lado. Él era mi todo… y lo seguirá siendo si hay un más allá”, aseguró, mientras afirmaba sentirse orgullosa de su padre y su legado.
El futuro del legado
A pesar de no sentirse aún preparada, Zulinka no descarta retomar los proyectos que Rubby tenía en agenda y formar eventualmente el grupo “Los Hijos de Rubby Pérez”, como era el deseo del artista.
“Si el público me acepta, podría seguir con su música… pero hoy, solo quiero honrar su memoria. Mi papá murió haciendo lo que amaba: cantar.”
Una historia desgarradora que, en medio del dolor, también refleja el amor inquebrantable entre padre e hija y el legado eterno de uno de los artistas más queridos del país.